En cualquier pastelería asturiana podemos encontrar unos pasteles a los que llamamos mugís o mogís.
Desconozco su nombre en cualquier otro lugar, pero pueden encontrarse fuera de Asturias.
Si os animáis aquí tenéis una receta exquisita con una cierta dificultad, pero que con calma y un poquito de paciencia es apta para todos los públicos.
Cuando vivía en Madrid solía ir a desayunar a la pastelería La Mallorquina, en la Plaza del Sol, mi favorita de toda la ciudad.
Sus mogís son exquisitos, al igual que toda la bollería que ofrecen en sus vitrinas, muy españolizada y sin las mil capas de la francesa, pero deliciosa. A pesar de tomarlos muy a menudo, no soy capaz de recordar por qué nombre los pedía allí. ¿Lo saben los madrileños que nos leen?
Para su elaboración necesitamos,
Masa.
- 500 gr de harina de fuerza.
- 2 huevos medianos.
- 190 gr de leche.
- 100 gr de azúcar.
- Un cubo de levadura de panadería fresca.
- 200 gr de mantequilla.
Crema.
- Medio litro de leche.
- 50 gr de Maizena.
- 120 gr de azúcar.
- 4 yemas de huevo.
- Un palo de canela.
- La ralladura de medio limón.
Almíbar.
- 6 cucharadas de azúcar.
- 6 cucharadas de leche.
Preparar la masa batiendo juntos todos los ingredientes con la levadura desmenuzada, menos la mantequilla. Reposar al menos diez minutos tapada.
Pasado el tiempo estirar la masa en un rectángulo y colocar en uno de los lados, de la mitad para abajo, la mantequilla, semidura y ligeramente aplastada. Doblar la masa con la otra mitad para cubrir la mantequilla, sellar los extremos con los dedos y volver a estirar con el rodillo, doblar en tres partes y llevar al frío durante quince minutos. Repetir dos veces más el mismo procedimiento, guardando los tiempos de reposo.
Preparar la crema pastelera calentando la leche, toda menos medio vasito, con la canela, azúcar y el limón. Dejar enfriar infusionando con la canela y el limón dentro.
Batir bien la Maizena con el vasito de leche y las yemas, volver a colocar la leche al fuego retirando la canela y el limón, cuando rompa a hervir añadir la mezcla reservada y remover sin parar hasta que espese.
Dejar enfriar.
Estirar la masa y cortarla con un cortapizzas en tiras de unos 2 ó 3 cms de ancho, a lo largo de la masa. de arriba hacia abajo.
Retorcer sobre si mismas y girarlas en la forma que se observa en los pasteles, dejando dos agujeros a los lados para poder colocar la crema.
Rellenar esos huecos con la crema que habremos metido en una manga.
Dejar reposar sobre una bandeja de horno hasta que hayan doblado volumen.
Cocer en horno precalentado a 180 gr hasta que hayan dorado.
Preparar el barniz calentando la leche con el azúcar hasta que éste se disuelva.
Pintar los pasteles recién salidos del horno y dejar enfriar completamente.
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Y los primeros en nuestro nuevo local. ¿Quién lo estrenará? ;)
