Mi versión de red velvet en formato cupcake.
Jugosos y exquisitos.
Sin grandes complicaciones.
El origen de esta masa es incierto; algunos la sitúan en el Sur de EEUU, otros en Canadá.
Cuentan que la receta era propiedad del Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. En los 50, una mujer quedó fascinada con el sabor de este pastel y solicitó la receta en el hotel. El chef se la cedió, pero cuando la mujer estaba lista para dejar el hotel, había un elevado cobro en su factura en concepto de la fórmula del famoso pastel. Indignada, decidió enviar una carta en cadena a todas sus amistades con el ánimo de popularizar la receta de la que el famoso hotel neoyorquino era, hasta entonces, dueño.
Por otro lado, hay quienes sitúan su nacimiento en la cadena Eaton en Canadá, donde los empleados habían jurado guardar silencio y no desvelar la receta, ya que les habían hecho creer que había sido ideada por la matriarca de la familia.
Y, por último, existe una versión que defiende que fue la precariedad sufrida durante la Segunda Guerra Mundial la que obligó a los reposteros sureños a introducir remolacha entre los ingredientes de los pasteles para mejorar su aspecto, siendo éste el origen de la Red Velvet Cake.
Para su elaboración necesitamos (14 cupcakes),
- 125 ml de aceite de girasol.
- 125 ml de buttermilk.
- 130 gr de azúcar.
- 10 gr de cacao puro en polvo.
- Un huevo grande.
- Una cucharadita de vainilla en pasta.
- Una cucharadita de colorante rojo (uso siempre colorante en pasta Sugarflair)
- 170 gr de harina.
- Una cucharadita de bicarbonato.
- 300 gr de azúcar glass, 150 gr de queso crema y 60 gr de mantequilla en pomada para la cobertura.
Mezclar en el vaso de la batidora todos los ingredientes húmedos incluyendo el colorante. Mezclar aparte el azúcar, bicarbonato, harina y cacao.
Añadir a los ingredientes húmedos en varias tandas mezclando bien.
Verter sobre las cápsulas para cupcakes y hornear en horno precalentado a 180º hasta que hayan subido y estén perfectamente cocidos, unos 20 mn.
Dejar enfriar por completo.
Preparar la cobertura batiendo bien la mantequilla con el azúcar glass, incorporar el queso y batir hasta conseguir una crema densa, si el batido es prolongado la crema se convertirá en una especie de batido semi líquido.
Decorar los cupcakes al gusto.
Han de ser conservados en frío si no se consumen el mismo día.
º Si no se dispone de buttermilk preparar la cantidad necesaria restando diez ml a la cantidad final y añadirlos en vinagre, remover bien y dejar reposar 10 mn.