Las niñas las buscaban entre las ramas, escogían las brillantes y lustrosas y entre todos rivalizaban por encontrar las mejores y más grandes.
Con sus juegos recolecté una enorme bolsa que fue destinada a varios fines, entre ellos esta tarta remasterizada que no preparaba desde hace casi dos años.
Es un misterio para mí el por qué de ese abandono culinario. Es una tarta deliciosa, con un fuerte sabor a castaña suavizado por la pastaflora de chocolate y un toque de miel.
La ligera cobertura de crema de canela aligera un punto el conjunto de una tarta densa y calórica, de las que se toman en pequeñas porciones, pero se disfrutan enormemente.
La pastaflora es una de las bases más típicas de la repostería casera italiana. Siempre con los mismos ingredientes, mantequilla, huevos, azúcar, harina y nata, admite variaciones como en este caso con el cacao.
Admite cualquier tipo de cobertura, incluso unos rosetones de merengue bien cubiertos por azúcar glass y dorados en un horno fuerte y en caso de ser consumida en el mismo día.
El profundo sabor a castaña agradará a los muy amantes de este fruto tan de la época.
Un remate ideal para un día de recogida, un paseo por el monte y un subidón de naturaleza en vena.
Para su elaboración necesitamos,
Pastaflora,
- 250 gr de harina.
- 125 gr de mantequilla fría en dados.
- 70 gr de azúcar.
- Un huevo mediano.
- Una pizca de sal.
- Una cucharadita de nata.
- 3 cucharadas de cacao en polvo de buena calidad sin azúcar.
Crema,
- 2 huevos medianos.
- 250 gr de puré de castañas.
- 100 gr de azúcar.
- 25 gr de miel.
- 3/4 de vaso de nata (vaso mediano)
Cobertura,
- Un brick de nata para montar de 200 gr.
- Una cucharadita de gelespesa para estabilizar la nata.
- Una cucharadita de pasta de canela.
Poner a cocer las castañas en agua, dejarlas hasta que estén lo suficientemente blandas como para retirar la piel exterior sin problemas.
Preparar la pastaflora haciendo pasar harina, azúcar, cacao y mantequilla entre los dedos hasta formar migas, ahuecar el centro, verter huevo y nata y amasar hasta formar una bola lisa. Llevar al frío más o menos una hora.
Pelar las castañas y procesarlas junto el azúcar, huevos, nata y miel hasta formar una masa fina.
Estirar la masa procurando el mismo grosor y colocarla sobre un molde desmontable. Cubrir con un peso de legumbres y hornear a 180º unos 20 mn.
Verter la crema sobre la tarta y llevar de nuevo al horno hasta que la crema haya cuajado.
Dejar enfriar.
Preparar la crema montando la nata, una vez semimontada, añadir el gelespesa y la crema de canela. Colocar en una manga y decorar la tarta al gusto.