El pastel de arroz, junto con las carolinas y los bollos de mantequilla, son una de las especialidades de las pastelerías bilbaínas.
Muchas son las teorías sobre el origen de este dulce. La más curiosa, que no exenta de visos de realidad, es la que refieren marinos bilbaínos, para quienes este pastel tiene su origen en los pasteles que en Filipinas se hacían con harina de arroz. Traída esta receta a Bilbao por los marinos que hacían la carrera de Indias, la harina de arroz se sustituyó por la de trigo, y es aquí donde reside precisamente la paradoja de este dulce, que ha mantenido su nombre inicial de pastel de arroz, sin que cuente con este ingrediente para su elaboración y sin que, por lo tanto, sepa a arroz. Mientras tanto, hay otros que apuntan a que el origen de este pastel está en rellenar una base de hojaldre con una crema espesa de arroz con leche, uno de los postres más estimados por los bilbaínos, y cubrirlo todo con otra capa de hojaldre. De todos modos, sea cual fuese su origen, este pastel se ha convertido en santo y seña de la repostería bilbaína."
Este pastel es uno de los recuerdos de mi infancia.
Por el entonces trabajo de mi padre, pasé dos años de mi vida en Bilbao.
Su melosidad y delicado sabor, se quedó grabado en mi memoria culinaria para siempre.
Para su elaboración necesitamos,
- Una plancha de hojaldre casero.
- Una taza de arroz y un litro de leche.
- 250 gr de azúcar.
- Un palito de canela.
- 250 gr de mantequilla.
- 4 yemas de huevo.
Poner el arroz a remojo en agua fría unas dos horas. Una vez escurrido, cocerlo con la leche, azúcar y canela hasta que haya ablandado. Ya cocido y frío, batirlo con la mantequilla en punto pomada y las yemas. Conseguir una crema filtrándola por un chino o colador fino.
Colocar círculos de hojaldre en moldes redondos, rellenar con la crema hasta el borde y cocer en horno precalentado a 190º hasta que hayan subido y dorado.
Dejar enfriar sobre una rejilla.